Cuáles son las fases de la ortodoncia

Nuria Fernández
Nuria Fernández

La alineación de los dientes y su correcta disposición es lo que nos permite morder adecuadamente los alimentos, además facilitar una buena higiene bucodental. El problema es que buena parte de las personas nace con ciertas deficiencias en este sentido o, en algunos casos, se van creando por el movimiento y apiñamiento que sufren determinadas piezas dentales con el paso del tiempo.

Este mal común tiene una solución que está muy avanzada en la actualidad y no es otra que la ortodoncia. Se trata de técnicas que emplean los dentistas profesionales para ir corrigiendo estas alteraciones de desarrollo y proporcionar una “sonrisa perfecta” a los pacientes. Como resultado, se mejora la capacidad para masticar, se arreglan buena parte de los problemas de mandíbula y se gana en el aspecto estético.

Hay muchos sistemas de ortodoncia en hoy en día, de hecho, ya contamos con métodos de ortodoncia invisible que hacen el proceso más discreto y sencillo. No obstante, los tradicionales brackets siguen siendo altamente funcionales. Si tienes alguno de estos problemas, probablemente tendrás diferentes alternativas a tu disposición para solucionarlos.

Pero, ¿sabes cuáles son las diferentes fases de la ortodoncia?, ¿qué procesos tendrás que seguir antes de conseguir una dentadura completamente alineada? Te mostramos paso a paso en qué consiste este tratamiento.

Fase 1: El estudio previo

Cuando se presentan problemas en la disposición de los dientes, lo primero que hay que hacer es acudir a una clínica especializada para asistir a una consulta inicial y que realicen un estudio de la situación. Con esto se puede diagnosticar con exactitud la patología y trazar el plan de ortodoncia de una forma exacta y personalizada. Puedes comenzar este proceso aquí: https://www.aviñomira.com/ortodoncia/

Los especialistas van a analizar, mediante este estudio, si hay problemas que un paciente no puede detectar a simple vista. Por ejemplo, las deficiencias en la mandíbula o en la mordida. Habitualmente se sigue este protocolo:

  • Los modelos de estudio. Se realizan para estudiar con exactitud la boca del paciente y se llevan a cabo o con modelos de escayola o mediante escáneres, según la tecnología que tenga la clínica en cuestión.
  • Las fotografías. Se realizan fotografías por dentro y por fuera de la boca para poder ver con claridad la posición de dientes, mandíbula y simetría del rostro.
  • Las radiografías. Gracias a las radiografías es posible obtener información que no se observa a simple vista, como el estado de las raíces de los dientes o la existencia de infecciones e inflamaciones. 

Cuando se conoce en profundidad la situación y se valoran los resultados de todas estas pruebas, ya puede comenzar el proceso de alineación. Se colocarán los accesorios necesarios para realizar las correcciones de manera personalizada según las patologías y los retos que presenta cada paciente.

Fase 2: El alineamiento y la nivelación

Durante esta parte del proceso, la misión es corregir todas estas imperfecciones que se han encontrado. Mediante pequeñas fuerzas que hacen presión se van moviendo las piezas dentales para conseguir que lleguen a la posición correcta y también se mejora la nivelación. 

Es una fase que puede variar según el método que se aplique y la situación de cada persona en particular, ya que se pueden emplear para ello sistemas como los brackets o las férulas transparentes. Para los casos más comunes el plazo será de entre 6 y 9 meses hasta obtener una óptima arcada y unos dientes en línea.

Fase 3: El cierre de los espacios

En algunos casos, al modificar la inclinación de las piezas dentales quedan espacios indeseados. Por lo tanto, después del proceso de alineamiento hay que ocuparse de cerrarlos para que se ofrezca un buen acabado. Es lo que facilitará la limpieza y minimizará las posibilidades de que se queden restos de comida o suciedad entre los dientes.

Fase 4: Ajustes para el acabado

Antes de finalizar por completo el proceso con los brackets y otros utensilios para la ortodoncia, hay que depurar ciertos detalles que garantizarán que la dentadura queda en perfecto estado. Esos ajustes que son mucho más enfocados al perfeccionamiento pueden ser los siguientes:

  • La modificación de algunas posiciones en ciertas piezas dentales que no están del todo ajustadas.
  • El asentamiento de los dientes en su posición definitiva.
  • La igualación de las raíces de los dientes y comprobación de que estas se encuentran en posiciones paralelas.
  • La corrección de algunas desviaciones que pueden hacer que las líneas inferior y superior no coincidan con exactitud.

Fase 5: La retirada de los accesorios de corrección

Tras realizar los ajustes finales hay que comprobar que todo se encuentre en el posicionamiento correcto y que los dientes están perfectamente alienados. Solo cuando exista una verificación de esto, se pasará a retirar cada uno de los aparatos que hacen presión en los dientes. No obstante, el tratamiento no acaba ahí, pues después habrá que hacer un proceso de retención.

Fase 6: La retención 

Los pacientes suelen tener la idea de que, una vez retirados los aparatos de ortodoncia y alineada la posición de los dientes, este proceso ya ha finalizado. Sin embargo, aún quedará trabajo por hacer, aunque este es mucho más liviano. Es porque las piezas dentales tienen su propia naturaleza y “memoria”, por lo que intentarán volver a su postura anterior con el paso del tiempo. Por lo tanto, es necesario implementar un sistema que haga los resultados duraderos en el tiempo.

Las técnicas a emplear pueden ser diferentes en cada caso particular. Lo más común es que se incorporen retenedores fijos que no serán visibles a simple vista y que se van a situar en la parte interior de la boca. También se acompaña de unas férulas para la parte superior e inferior de la boca que se emplean únicamente a la hora de dormir.

Fase 7: Cuidados y mantenimiento

En el periodo posterior a la ortodoncia y una vez dispuestos los aparatos de retención, el paciente solo tendrá que seguir las pautas correctas para mantener los resultados a largo plazo. Esto consiste en emplear las férulas diariamente en el momento de dormir, conservar una higiene correcta que evite infecciones o problemas y asistir a las revisiones pertinentes que marque el odontólogo en cuestión.