Qué es la radiofrecuencia facial: guía completa

La radiofrecuencia facial es una de las técnicas de rejuvenecimiento para el rostro más utilizadas en la actualidad. A continuación te presentamos una completa guía para que conozcas todos sus datos y puntos básicos si te estás planteando realizarte este tipo de tratamiento.
Qué es la radiofrecuencia facial
En primer lugar debes saber que la radiofrecuencia es uno de los tratamientos de rejuvenecimiento facial más avanzados que existen actualmente. Se basa en la transmisión de energía como calor a las capas profundas de la dermis. Este tratamiento sirve para estimular la producción de colágeno, con lo que se consigue eliminar los signos de envejecimiento en la piel y devolverle una apariencia juvenil y brillante. Al estimularse el rostro con energía se consigue generar colágeno y remodelar todos los tejidos. Además la radiofrecuencia facial tiene también efectos desintoxicantes y sirve para aumentar tanto la oxigenación como la nutrición del rostro sirviendo por tanto para rejuvenecer la cara.
Este tipo de tratamiento puede aplicarse en todo el rostro o en zonas localizadas como la frente o el contorno de los ojos, que suelen ser las partes del rostro que más sufren con el paso de los años y en las que se suelen presentar las arrugas y la mayoría de bolsas y ojeras.
Para qué sirve la radiofrecuencia facial
La radiofrecuencia facial es un tratamiento que sirve para aumentar la producción de colágeno en las capas internas de la piel. Esto es fundamental porque sirve para combatir los signos del envejecimiento y lograr que el cuerpo genere colágeno de forma natural para que la piel luzca más joven y mucho más llena de energía.
Es por estos motivos que la radiofrecuencia facial se conoce como lifting sin cirugía. Se trata de un tipo de tratamiento que se hace siempre sin anestesia y no es nada invasivo. Además se puede combinar con más técnicas para cuidar el rostro, como por ejemplo la luz pulsada, siendo por tanto una gran alternativa para devolver el estado juvenil a la piel en edades maduras, pero también para prevenir futuros problemas de la piel y tratar las arrugas prematuras que suelen padecer muchas personas después de haberse expuesto al sol de forma continuada durante varios años. Asimismo, también es una gran opción para tratar los problemas de flacidez y eliminar las ojeras si se padece de este tipo de problema facial.
Beneficios de la radiofrecuencia facial y efectos positivos
Los beneficios de la radiofrecuencia facial para el rostro y sus efectos positivos para la piel son muchos. En primer lugar, la radiofrecuencia facial te ayudará a conseguir una piel mucho más tonificada y también llena de luz, más brillante y joven.
Para las personas que padecen de piel flácida es un gran tratamiento ya que ejercerá un eficiente efecto lifting en su cuello y en su rostro. Con la radiofrecuencia facial se consigue eliminar la flacidez y aportar suavidad a la piel.
Además, si se padece de arrugas prematuras la radiofrecuencia facial es la mejor alternativa para suavizarlas al máximo y aportar elasticidad al rostro. Con la radiofrecuencia facial también se consigue eliminar las molestas arrugas de expresión, reducir al máximo las ojeras y eliminar por completo las bolsas en los ojos.
Asimismo, teniendo en cuenta sus resultados óptimos este tipo de tratamiento también son realmente económicos en comparación con otro tipo de tratamientos de rejuvenecimiento facial y no son invasivos ni presentan ningún tipo de contraindicación, incluso con las pieles más delicadas ya que tampoco requieren de cirugía.
Sesiones recomendadas
En cuanto a las sesiones recomedadas para conseguir unos buenos resultados los expertos recomiendan como mínimo cinco sesiones, aunque esto dependerá mucho de la zona a tratar y del estado de la piel de la persona que se someta al tratamiento. Los efectos de los tratamientos de radiofrecuencia facial pueden apreciarse desde el primer día y entre cada sesión deben pasar entre veinte y treinta días.
Tipos de radiofrecuencia facial
Además existen diferentes tipos de radiofrecuencia facial distintos para adaptarse a las diferentes necesidades de cada persona. En primer lugar tenemos la radiofrecuencia bipolar resistiva. Es la mejor opción si queremos actuar en los tejidos internos hidratados de la piel, pero también en los deshidratados. Es una gran opción para poder tratar todo el rostro de una sola vez y es el tipo de radiofrecuencia que también se suele utilizar en el cuerpo.
Por otro lado encontramos los tratamientos de radiofrecuencia monopolar, que en este caso trabaja de manera inductiva en los tejidos. Las ondas son lineales y llegan a una gran profundidad, siendo la mejor opción para tratar pómulos, frente, etc. de forma diferenciada, con lo que es la mejor alternativa para los tratamientos localizados.
En tercer lugar tenemos la radiofrecuencia tripolar resistiva. Este tipo de tratamiento tripolar genera muchísima energía, pero evitando las quemaduras, con lo que es la mejor opción para las pieles a las que les falta mucha elasticidad porque consigue un efecto lifting perfecto.
Contraindicaciones de la radiofrecuencia facial
En cuanto a las contraindicaciones de la radiofrecuencia facial cabe reseñar que se trata de un tratamiento indicado para todo tipo de personas y que por tanto, en la mayoría de casos no presenta ningún tipo de efecto secundario. Ahora bien, las personas que tienen una piel bastante sensible o suelen presentar problemas de rojeces podrían presentar algunas de ellas en las zonas tratadas, pero siempre de forma leve.
Existen algunos casos extremos en los que pueden aparecer inflamaciones y ampollas pero se trata siempre de resultados a tratamientos inadecuados y gestionados por personas con poca experiencia.
Cuánto cuesta un tratamiento de radiofrecuencia facial.
Por último, si estás planteando realizarte algún tratamiento de radiofrecuencia facial seguro que te estás preguntando cuál es su precio. Este tipo de tratamientos suele aplicarse en varias sesiones, aunque siempre dependerá de cada persona y de su tipo de piel. El precio medio de los tratamientos puede rondar entre los 250 y los 300 euros. Se debe tener en cuenta que esto también dependerá de la zona a tratar y por tanto los precios siempre son orientativos.
Por ejemplo, en algunas clínicas tienen unos precios de consulta previa de entre 20 y 50 euros y después cada sesión tiene un precio de unos cien euros. Más tarde se hace una valoración y se realizan seguimientos, también con un precio de entre 20 y 50 euros. Otras clínicas unen todas las sesiones en un solo pack que puede variar entre 300 y 450 euros.